Campus Intergeneracional

Un total de 21 estudiantes de la Universidad de Valladolid (UVA) se encuentra actualmente viviendo con personas mayores dentro del Programa de Convivencia Intergeneracional, uno de ellos en Palencia, dos en Segovia, cinco en Soria y 13 en Valladolid. Se trata de un proyecto enmarcado en el Programa de Acercamiento entre jóvenes universitarios y personas mayores para intentar "ofrecer una respuesta efectiva" a ambos colectivos a través del "intercambio de experiencias, de participación social y de enriquecimiento humano", según informaron a Europa Press fuentes de la UVA.

Dicha iniciativa arrancó en 1997, a través de un convenio de colaboración entre la Gerencia de Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León y la Universidad de Valladolid para la realización de programas sociales, y en 2007 se integraron dentro de este convenio los Ayuntamientos de Palencia, Segovia, Soria y Valladolid.

La finalidad del programa de convivencia se centra en "favorecer la permanencia de las personas mayores en su entorno para evitar situaciones de soledad y aislamiento", así como fomentar que tanto los jóvenes universitarios como los mayores "colaboren en actividades sociales".

El programa consiste en alojar, previa selección, en el domicilio de una persona mayor con unas necesidades determinadas, a un alumno universitario que le puede ayudar a resolver alguna de esas necesidades; a cambio, el estudiante no debe pagar alquiler por alojamiento, aunque sí está obligado a correr con los gastos de todo cuanto consuma dentro de la convivencia (agua, electricidad, gas, teléfono y comida).

Asimismo, desde la Institución académica pretenden a través de esta iniciativa "facilitar modalidades de alojamiento alternativo a los universitarios".

Este último aspecto fue precisamente el primero que convenció a María Fernanda Lattke, una estudiante de primer año de Ingeniería de Telecomunicaciones que cuando decidió trasladarse de León a Valladolid a cursar su carrera observó que las residencias suponían un gasto mayor, por lo que cuando se enteró de este proyecto decidió participar.

MAYOR TRANQUILIDAD

Desde que comenzó el curso, Lattke vive con Ana García, una mujer de 93 años a la que su hija, también Ana García, sugirió participar en esta iniciativa hace ya dos años; cuando la primera estudiante con la que convivió finalizó su carrera, la experiencia había resultado "tan positiva" que decidieron buscar a otra persona.

"Para mí supone una tranquilidad inmensa saber que mi madre tiene a alguien viviendo con ella", explicó la hija, quien apuntó en este sentido que "mucha gente piensa que las personas que se adhieren a estos programas es porque sus hijos se desentienden de ellos, pero es todo lo contrario", insistió.

Además, Ana García añadió que de no estar la joven con su madre, ésta "no seguiría viviendo en su casa", que es lo que ella realmente desea.

Ahora, Ana y María Fernanda viven juntas y la estudiante aseguró sentirse "muy bien", por lo que declaró que tiene intenciones de seguir allí durante el próximo curso académico.

Desde su puesta en marcha han participado en el programa 201 estudiantes, y las previsiones para el curso académico 2010/2011, a tenor de las solicitudes presentadas por alumnos y personas mayores, indican, según informaron desde la UVA, que se producirá un ligero incremento de las convivencias existente, con unas estimaciones de entre 20 y 25 convivencias.

europapress.es